Los paneles japoneses tienen su origen en los templos de la gran China, pero se popularizaron en Japón para separar los rincones de meditación de las casas. A lo largo de la historia nos ha dejado esa imagen de los populares shoji como los llaman en su país de origen, su visión nos aporta cierta paz y tranquilidad. En la actualidad, se colocan en ventanas o se usan como separadores de dos ambientes, marcan la diferencia de cualquier rincón que ocupen.
 
Se trata de un tipo de cortina que está formada de varias partes que se sobreponen en diferentes niveles para poder proporcionar una mayor facilidad a la hora de abrirla o cerrarla.  Al estar formada por distintos niveles, puede decorarse de muchas formas distintas, abriendo de forma exponencial el abanico de posibilidades de incluir cualquier color o motivo en él.  Pero no debemos olvidar su forma más clásica, el color blanco puro, inspirado en el papel de arroz.  Deja pasar la luz perfectamente y proporciona una agradable sensación de calidez.
Son perfectos si queremos vestir grandes ventanales de forma llamativa o tener un acceso al jardín espectacular, pero en realidad encajan perfectamente en cualquier espacio que tengamos que vestir de forma elegante y especial.
Por su forma y tamaño son también un elemento de decoración al que recurren muchos especialistas para separar loft. Tienen la ligereza necesaria para no consumir demasiado espacio y cumplir con sus funciones de forma eficiente.

PANELES JAPONESES PARA EL SALÓN
Un salón de grandes dimensiones que nos permita movernos con facilidad es el sueño de cualquier que posea una vivienda de muchos metros cuadrados. Si queremos dar un poco de intimidad a este espacio y marcar las distintas zonas, los paneles japoneses son ideales. Colocarlos en el lugar en que queremos diferenciar el comedor, puede ser una manera de sorprender a nuestros invitados y de dar cierta intimidada a nuestras cenas. No será un obstáculo para contemplar el resto de elementos, en el juego de los paneles japoneses vemos una danza perfecta entre luces y sombras. Además, pueden ser una buena idea también para decorar salones rústicos.
 


Podemos optar per un elemento fijo o corredero, teniendo las dos posibilidades, abriendo el espacio o cerrándolo. Esto nos proporcionará una gran versatilidad que comunicará perfectamente el ambiente. 

PANELES JAPONESES PARA EL DORMITORIO
El dormitorio es una de las habitaciones en las que se necesita una mayor calidez. Es el lugar de descanso por excelencia y requiere de algunos elementos que no rompan con la estética que queremos transmitir. De esta manera, los paneles japoneses pueden ser una buena idea de decoración para dormitorios modernos.
Las puertas del vestidor o del armario pueden ser una buena opción para incluir estás piezas, son más baratas que unas puertas convencionales y además resultan más ligeras, dejando entrever que se esconde detrás de ellas.
 


Una idea muy original es incorporarlos como separador del lugar en donde nos cambiamos o vestimos, una manera de dar cierto glamur a un acto cotidiano. Si queremos mostrar una imagen un poco más sofisticada. Pueden esconder nuestro tocador, si es lo suficientemente grande para no transmitir la sensación errónea de comerse el espacio que tenemos.
En la actualidad también se colocan como cabeceros de cama, son grandes, pesan poco y tienen la estructura necesaria para ocupar la parte superior sin ningún problema. Una manera de salirse de lo convencional y de optar por una decoración un poco más atrevida.

DISEÑOS DE PANELES JAPONESES
Los paneles japoneses tienen múltiples diseños, están compuestos por un espacio que suele tener unas medidas de entre 50 y 60 centímetros de ancho por 3 metros de altura, de todas formas se pueden encargar a la medida que sean necesarios en tiendas especializadas.