Según indicó Jonathan Bonomi, trabajador de la papelera, “aún esperamos que lleguen los telegramas para confirmar si la empresa presentó formalmente la quiebra”. Aclaró además que el cierre no se debe “a falta de ventas”, sino a la “escasez de materia prima que provocó una fuerte caída en la producción”. Previo a conocerse la decisión final de los propietarios, los empleados pasaron por catorce días de incertidumbre. 

En diálogo con el programa “Ir a más” por Radio FAN (103.9 fm), Bonomi recordó que la empresa “venía pasando por una situación complicada a partir de la crisis a nivel nacional desde 2015. Éramos tres turnos trabajando, pero se redujo a un turno y medio en un primer momento. Hace 20 días nos convocaron a una reunión y nos pidieron darnos las vacaciones una semana para que pudieran conseguir la materia prima. Cuando regresamos nos dieron otra semana más”. 

“Este lunes nos citaron a una nueva reunión y ahí nos dijeron que la fabrica ‘no iba más’, que la iban a cerrar y nos mandarían los telegramas de despido. Que en estos días nos liquidaban los aguinaldos, vacaciones y quincenas que nos deben, pero no dieron certezas sobre las indemnizaciones correspondientes”, detalló. Y agregó: “Nunca creímos que podrían llegar a cerrar, ya que esta papelera funciona desde hace 60 años y ha pasado varias crisis, aunque nunca como ésta, ni siquiera en 2001”. 

PERMANENCIA
A causa de esta situación, los trabajadores decidieron realizar una permanencia pacífica en la fábrica, como una primera medida hasta tanto puedan obtener respuestas concretas. 

Asimismo, criticaron que el gremio no envió representantes a la papelera y que los “invitaron” a dirigirse a la sede sindical. “La función de ellos debe ser siempre defender al trabajador. Estamos con una incertidumbre terrible, con una mano atrás y la otra adelante”, lamentó el hombre, que junto a sus compañeros y sus familias quedaron en la calle.