Gustavo Fernández sigue haciendo historia en tenis adaptado: el argentino se consagró, por primera vez en Wimbledon, al derrotar en la final al japonés Shingo Kunieda en tres sets.
Con el triunfo, el cordobés sumó su quinto título de Grand Slam y el tercero en lo que va del año, ya que se había impuesto en Australia y en Roland Garros.
Fernández remontó el partido ante Kunieda tras perder el primer set 4-6, y se impuso por 6-3 y 6-2.

"POR SUERTE PUDE GANAR"
"Ni siquiera lo había soñado. Es muy difícil consagrarse acá. Sólo mi equipo sabe lo duro que trabajé para conseguir esto. Significa muchísimo para mí y es difícil expresarlo con palabras", contó emocionado el cordobés de 25 años tras ganar su tercer Grand Slam del año.
Tampoco se olvidó de elogiar a su rival, que había sido su verdugo en las finales anteriores: "Lo quiero felicitar. Crecí viéndolo jugar, me inspiró la pasión y fue un lujo compartir la cancha con él".
Al momento de analizar el partido ante el japonés aseguró que "físicamente fue un partido muy duro, pero mentalmente fue mucho más. Tuve que acostumbrarse a esa intensidad y por suerte pude ganar".