El operativo se desplegó luego de una denuncia en la que intervinieron la subsecretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Quilmes, UFI N° 1 Descentralizada de Berazategui a cargo de Daniel Ichazo, Comisaria Tercera y Cibercrimen de Berazategui, ministerio de Trabajo, Migraciones, así como también el programa de Rescate y Género y Diversidad de la Comuna quilmeña.

Según información a la que tuvo acceso Data Judicial, la familia era desde hace 3 años explotada y denigrada en todo lo relacionado a su condición humana. El padre llegó desde el interior en 2016 con la ilusión de forjar un futuro próspero para su familia y los trajo hasta esta ciudad del Conurbano con falsas promesas de trabajo.  

El comerciante quilmeño habría aprovechado una visita al Norte del país para contactar con el jefe de familia y convencerlo de que irse con él era la mejor opción. Cuando llegaron los llevó a vivir en un viejo depósito en Quilmes, donde también obligaba a los ocho a trabajar durante varias horas al día envasando carbón por 200 pesos diarios. Al comienzo, toda la familia dormía en un único colchón y no tenían camas ni muebles de uso cotidiano, tampoco cocina. 

Apenas llegaron a la carbonera, el comerciante les pidió sus DNI para gestionarles nuevos documentos, pero el tiempo pasó y nunca lo hizo. Los dejó indocumentados. Pocos meses después los mudaron a una vivienda peor que donde estaban originalmente, con una habitación y un baño instalado dentro del mismo dormitorio. 



INSPECCIÓN
Después de que trabajadores sociales de la Municipalidad de Quilmes visitaron el lugar, tras la denuncia de una vecina, pudieron observar que el sector de la cocina se encontraba bloqueado con una madera porque tenían prohibido el paso. En la habitación había dos camas: una de dos plazas y otra de una. Sin embargo, sólo podían usar una porque la otra era de la propietaria de la casa. De igual forma, tenían prohibido usar algunos los muebles porque también le pertenecían a la dueña del lugar.

Respecto de la situación sanitaria, el grupo familiar no presentó problemáticas de salud graves, aunque sí se descubrió que hace mucho tiempo que no se realizan chequeos médicos. Los niños estuvieron afectados de los bronquios cuando vivían dentro de la carbonera y actualmente padecen vómitos y malestares. 



INTERVENCIÓN
Con la cantidad de elementos colectados, la Municipalidad de Quilmes dio intervención a la Justicia. Fue así que el fiscal Daniel Ichazo de la UFI 1 de Berazategui procesó al acusado por el delito de trata laboral. Los investigadores secuestraron, además, teléfonos celulares, notebooks, discos rígidos y distintas anotaciones. 

Sin embargo, debido a cuestiones técnicas y pedidos judiciales, el presunto responsable de la presunta trata no se encuentra hasta el momento detenido. Por lo pronto, la familia víctima fue asistida y se les entregaron colchones, frazadas y mercadería, además de tramitárseles los DNI.  Se especula que la Justicia convoque a los imputados en las próximas horas.