La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) desbarató en las últimas horas una usina de facturas truchas que perjudicó al fisco en más de 500 millones de pesos a través de la constitución de sociedades ficticias.
La maniobra consistía en crear empresas fantasmas a nombre de personas insolventes para emitir facturas que luego eran vendidas, a efectos de reducir la carga impositiva.
Inspectores del organismo recaudador realizaron seis allanamientos en domicilios particulares de la localidad bonaerense de Quilmes y la Ciudad de Buenos Aires, los cuales fueron ordenados por el Juzgado Federal Criminal y Correccional de Quilmes -a cargo de Luis Armella-, Secretaría N° 2 a cargo de Pablo Wilk.
En los procedimientos se incautaron anotaciones, facturas, cheques y computadoras, entre otras cosas. Ante la llegada de los inspectores de la AFIP, los involucrados intentaron esconder las pruebas en un aljibe ubicado en el patio.