El sábado por la mañana los vecinos de Bernal se encontraron con una sorpresa, algo inusual en el paisaje que desde hace dos años muestra la avenida San Martín: un vehículo había volcado y quedó perfectamente incrustado dentro de la exacavación de AySA.
Según se pudo determinar, el conductor habría estado en un importante estado de ebriedad, puesto que dentro del rodado hallaron varias botellas de alcohol. Por los destrozos ocasionados se calcula que conducía a alta velocidad por la avenida San Martín y no vio el desvío de la obra de agua a la altura de la calle Don Bosco.
El Chevrolet Corsa embistió las vayas de prevención y continuó su trayectoria directamente hacia el gran pozo perteneciente a la obra "Impulsión Bernal IV", que lleva dos años abierto. Finalmente, cayó al agujero volcado con la puerta del conductor hacia arriba.
El sujeto que estaba al volante salió del auto por sus propios medios y se retiró del lugar sin más. Afortunadamente no ocasionó daños en la obra, lo que podría haber sumado importantes retrasos. Las máquinas de la empresa que realiza la obra se encargó de sacarlo del agujero y una grúa municipal lo trasladó al playón.
