Sentimiento de pertenencia a un grupo.
Realizar una actividad física rodeada de compañeros hace que el esfuerzo físico sea más llevadero. Esto es así debido a factores psicológicos que nos impulsan a continuar con la actividad física si nos vemos realizándola con otras personas, de manera que muy posiblemente no podríamos realizar el mismo esfuerzo si lo realizáramos de manera individual.

Programación.
Los entrenamientos en grupos reducidos presentan una programación en el tiempo, ya sea de manera semanal o de manera mensual, es decir, adoptamos un compromiso tanto con el entrenamiento como con el entrenador que sabemos que nos espera unos días determinados. Esto beneficia de manera notable la asistencia a los mismos, ya que de no asistir a un entrenamiento pasamos de 'fallarnos' a nosotros mismos a 'fallarle' al entrenador.

Conocimiento en cadena.
Este tipo de entrenamiento propicia conversaciones del ámbito deportivo y la salud que, de no darse la situación, seguramente nunca se llegarían a presenciar. Situaciones que nos sucedan en dicho ámbito seguramente podrán ser comparadas y compartidas con los compañeros del grupo que nos podrán ayudar con su propia experiencia. Muchas de estas experiencias y situaciones nunca las encontraremos en los libros, por lo que es un motivo más para elegir este tipo de entrenamiento.

Personalización.
El entrenamiento en grupo nos aporta una individualización mucho mayor que otro tipo de entrenamiento. El ratio entrenador/usuarios permite que aumente la atención del primero y por tanto se puedan conseguir, tanto mayor corrección de errores como mayores y más afianzados logros. El feedback que siente el usuario por parte del entrenador hace que se sienta bien atendido en todo momento, lo que favorece de nuevo el compromiso con el entrenamiento.

Competitividad.
Este entrenamiento grupal hace que con el tiempo vayas queriendo superarte no solamente a ti mismo, sino a ese compañero con el que te llevas tan bien y que compartís una gran afinidad. El querer superar a otro compañero hace que la evolución y mejora que se produzca en tu organismo sea mucho mayor (sin descuidar nunca la correcta ejecución de los ejercicios).

Beneficio económico.
Es evidente que el ejercicio físico es bueno, pero debemos saber también que no todo ejercicio es beneficioso para todo el mundo, por lo que tenemos que tratar de individualizar. El entrenamiento en grupo reducido presenta muchas de las ventajas de un entrenamiento personal (guardando las distancias, claro está) sin embargo el desembolso económico es mucho menor.