SE PRACTICA LA AMABILIDAD
La confianza no quiere decir que se permita un trato bruto, con malos modales o mal vocabulario. El respecto hacia el otro es primordial en la relación (esto es aplicable y generalizable a cualquier relación).

SIEMPRE EN GRATITUD
Aunque lo que haga el otro sea algo mínimo, siempre se agradece. No importa qué se haga, lo que vale es la intención que tuvo para complacer al otro. Las relaciones duraderas tienen la costumbre de agradecer, y en momentos de reflexión poner el ojo no en el hecho sino en la intención.

PREOCUPARSE POR EL BIENESTAR DEL OTRO
La rutina, cotidianidad y quehaceres diarios no son un impedimento para enviar un mensaje o hacer un llamado para saber cómo está el otro. Es una forma de mantener al otro consciente de que forma parte de nuestros pensamientos.

NO HAY LUGAR PARA RENCORES 
La mayoría de las discusiones suelen ser por motivos no relevantes. Lo importante es poner el foco en que no son relevantes y hasta incluso lograr que se transforme en motivo de risa. No hay que quedarse enroscado en un mismo tema mucho tiempo.

DIVERSIÓN 
Lograr reírse y divertirse con el otro es uno de los factores que comparten las relaciones duraderas. Disfrutar de bromas, chistes, anécdotas y recuerdos graciosos.

Al leer estos hábitos seguro pusiste en tela de juicio tu relación_ acordate que las relaciones se construyen constantemente y si querés tener una relación duradera, también te damos unos tips para lograrlo.
¿Estas dentro de una relación y los celos están causando muchos problemas? Además de observar estos buenos hábitos, aprendé a controlar tus celos.

Reglas de oro 
Cuando se cuida, se mantienen los detalles y uno se arregla día a día, las relaciones son mejores, más enriquecedoras y más profundas. Sin duda, con los cuidados se evita que los vínculos se rompan con fácil y se impide que las cicatrices y las heridas sean las reinas de cada relación o comportamiento con la misma.
Las personas llegan y llegamos en distintos momentos de la vida, iluminamos al otro, acompañamos o nos acompañan. Nos relacionamos, a veces durante años o a veces durante segundos. Para construir relaciones fuertes, las interacciones que realicemos son las que ayudarán a sostener ese vínculo de una manera noble, sincera y fuerte.
Se olvida con facilidad que para mantener viva la llama de la amistad, del amor y de cualquier otra relación se deben remarcar unos principios básicos en nuestras actuaciones. Es importante reflexionar sobre las actitudes y posturas que se toman, a veces hasta inconscientemente. Las reglas de oro van más allá de las costumbres que guían el día a día.

"La lengua no tiene huesos pero es lo suficientemente fuerte como para romper un corazón"
A las palabras no se las lleva ningún viento. Estas anidan en el corazón y son capaces de construir o destruir, calmar o impulsar, ayudar a crecer o mermar. Las malas palabras, las malas formas o las opiniones desacertadas pueden quebrar un corazón de una manera catastrófica. La manera de comunicarnos con los demás dice mucho del respeto que les profesamos. Es imprescindible, por lo tanto, cuidar las formas y el contenido de lo que expresamos.

"Hay dos cosas insoportables: la mentira y la falsedad"
La verdad duele una vez, pero la mentira duele siempre. No hay nada que quiebre tanto una relación como la mentira y la falsedad. Ambas cosas son capaces de destruir todo a su paso, de devastar los bosques más poblados y de hacer caer a las torres más altas. La mentira hace que nos cuestionemos mil verdades, haciéndonos cuestionar incluso las experiencias más francas vividas. Hay muchos tipos de mentiras, por supuesto, pero una relación sana no puede sustentarse en base a estas. Recordemos que la confianza es un artículo de lujo que no se regala a cualquiera, y es que cuando un sentimiento tan importante como la confianza se quiebra, algo en nuestro interior fallece.

"Dedicar tiempo, el mejor regalo"
Tan importante es estar al lado de las personas que queremos en los malos momentos como estar en los buenos. El acompañamiento aporta oxígeno psicológico y compartir significa vivir. Rodearnos de personas queridas y que nos quieren, convivir con ellos en los buenos momentos y tener sonrisas que recordar es lo que marca la diferencia.
Por otro lado debe quedarnos claro que rogar tiempo no es una opción. Ni para nosotros ni para los demás. Por muy ocupados que estemos siempre podemos dedicar una llamada breve o un mensaje a esa persona para decirle sin palabras que está en nuestros pensamientos. No hacerlo contribuye a generar una distancia que con el tiempo se hace muy difícil de salvar.
No pierdas la oportunidad de aplicar estas 3 reglas de oro en las relaciones, para que tus lazos sean fuertes y duraderos. No tengas miedo si alguna vez te equivocaste, en definitiva, todos somos seres humanos relacionándonos todo el tiempo y estamos en constante cambio.