Mientras el Gobierno debate su estrategia para lograr la aprobación de las leyes previsional, tributaria y laboral, se acentuó la dolarización de carteras.
De una forma u otra, el ruido político se hace escuchar en el mercado de cambios. La percepción de los inversores, que anticipaban para 2018 una cómoda continuidad de la política monetaria "dura" del BCRA y del gradualismo macroeconómico del gobierno de Cambiemos, se alteró en las últimas jornadas.
El ascenso del dólar en un contexto de incertidumbre es un episodio repetido. Este viernes la divisa de EEUU ascendió 11 centavos, a $17,81 para la venta y $17,34 para la compra en bancos y casas de cambio del microcentro porteño. Se trata del precio más alto en cinco semanas.
La administración de Macri discute contra reloj una estrategia para que las reformas jubilatoria, fiscal y laboral no naufraguen en su tratamiento legislativo.
Para los operadores financieros la indefinición de estos planes también pone en duda si será posible sostener la estrategia "gradual" de financiar el déficit fiscal con endeudamiento externo y apelar a tasas "recontraaltas" para contener la inflación, en lugar de dejar espacio para un ascenso del dólar a mayor ritmo, para incentivar el ingreso de divisas por la vía comercial.
En el transcurso del año la evolución de la divisa distó mucho de la del promedio de los precios y justificó las advertencias sobre el "atraso cambiario": un 10,4% frente a una inflación por encima de 22 por ciento.
