El propietario de una casa de la calle Condestable Oytaben al 1500, en Quilmes Este, cansado de que estacionen en su vereda, colocó unas particulares y polémicas “rejitas” de unos 30 centímetros de altura en el límite de su entrada de garage y sin señalización alguna.
Los vecinos de la cuadra en el Barro Naval criticaron la decisión y señalaron que “resulta una situación peligrosa ya que si alguien tropieza y cae sobre estos pinches puede resultar gravemente herido”.