La joven de 24 años de edad había conseguido el beneficio de la prisión domiciliaria en una causa por tenencia de estupefacientes para su comercialización. No obstante, era monitoreada por una tobillera electrónica, la cual intentó quitarse para darse a la fuga. Sin embargo, dichos intentos quedaron registrados por el aparato y eso fue el punto inicial de la investigación, que luego se complementó con las averiguaciones y pruebas realizadas por el gabinete investigativo de la seccional Tercera. 

De este modo lograron establecer la existencia de una banda dedicada a la comercialización y distribución de drogas, principalmente cocaína de máxima pureza. Desde la Jefatura Distrital Quilmes Este, a cargo del comisario Francisco Centurión, coordinaron el procedimiento, con un importante despliegue policial que contó con la colaboración de los gabinetes de distintas seccionales del distrito.



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Los allanamientos se dieron en conjunto con objetivos ubicados en Ezpeleta y Berazategui, donde se detuvo a importantes narcotraficantes que lideraban la venta callejera de cocaína en la zona. Según trascendió, se incautaron alrededor de 765 dosis de cocaína en envoltorios de nylon color blanco y negros, unos 15 mil pesos en efectivo y en billetes de baja denominación, varios celulares de interés para la causa, elementos de fraccionamiento, dos armas de fuego, municiones y pastillas de Rivotril. 



Del resto de los detenidos, dos son sindicados como cabecillas, mientras que el resto se dedicaba a cumplir las funciones de satélites y vigías los distintos bunkers de venta de drogas. De esta manera, lograron el total desbaratamiento de la banda narco, aunque continúan con las tareas investigativas con el fin de establecer nuevos puntos de venta y erradicarlos.