En el mediodía del martes, los jueces que conforman el Tribunal Oral Criminal Nº 4 de Quilmes dictaminaron el veredicto absolutorio para Jorge “Kencho” Trejo, en el juicio que lo tuvo como único acusado por el homicidio de un joven de 20 años, ocurrido en mayo de 2014.
Los magistrados Alberto Ojeda y Mario Caputo entendieron que no estuvo probada la participación de Trejo en el hecho que se lo imputaba, mientras que Andrea Calaza lo vio como coautor penalmente responsable. El fallo estuvo dividido y contó con el beneficio de la duda, por lo que por dos votos contra uno dieron libre absolución de los cargos contra el acusado.
En diálogo con PERSPECTIVA SUR, Omar Daer, abogado de Trejo, indicó que “los indicios que armaban la prueba del Ministerio Público Fiscal no alcanzaban para lograr una certeza de una condena o culpabilidad. Por lo tanto al Tribunal, ante la carencia de pruebas, le queda la vía del beneficio de la duda a favor del imputado”.
Mirá tambiénLas elecciones dejan a la ciudad frente a sus más crudos desafíosEl letrado sostuvo que “no se pudo acreditar la responsabilidad penal de Trejo y eso motivó a que el Tribunal, por mayoría, resolviera absolverlo. No hubo elementos de prueba que pudieran justificar que hubiera participado ni que haya tenido dominio del hecho”.
JUSTICIAPor su parte, Trejo expresó: “Se termina una pesadilla que arrancó un día en contra de mi vida, todavía no se por qué. Dios hizo justicia en mi vida, siempre tuve claro que mi inocencia fue real. Agradezco a mi familia, a mi esposa, mis hijos y a Dios sobre todas las cosas. Si la Justicia existía yo esperaba este veredicto. Me deja tranquilo porque en su momento, si me hubieran condenado me habrían colgado en una plaza, pero hoy la Justicia trabajó y se llegó a esta resolución”.
HECHOSCabe recordar que “Kencho” Trejo estaba imputado por el homicidio de Eduardo Rodolfo Kaczuna (20), ocurrido el 28 de mayo de 2014 en la calle Matheu al 741 de Quilmes Este.
El joven habría sido capturado por un grupo de personas que lo trasladaron hasta intersección de Suipacha y San Lorenzo, donde lo liberaron para luego dispararle mientras lo perseguían. La víctima cayó herida de un disparo por la espalda y la banda le propinó una paliza que cesó sólo con la intervención de vecinos de la zona.
El fiscal Claudio Pelayo había pedido al Tribunal una condena a 14 años de prisión efectiva por el delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma”.
