Con más satisfacción que bronca se mostró el entrenador Darío Franco a la hora de analizar el empate de Quilmes ante Patronato. El DT cervecero aseguró que el primer tiempo no fue bueno, pero que lo que hizo el equipo en la segunda etapa fue muy positivo. Por otra parte, afirmó que el punto, tras ver cómo se terminó dando el encuentro, es para valorar.

El entrenador de Quilmes hizo su análisis del empate ante Patronato. Darío Franco dijo que “no jugamos un buen primer tiempo, estuvimos imprecisos, tuvimos poco tiempo la pelota. Igual, así y todo creo que en el primer tiempo nos fuimos perdiendo por un gran gol que fue mérito de (Arnaldo) González, hay que reconocerlo. Y creo que el segundo tiempo fue todo nuestro, con situaciones claras, con un gran esfuerzo de todos tratando de revertir el resultado y la imagen del primer tiempo. Y realmente lo hicieron de gran manera, prácticamente con los centrales jugando mano a mano, apostando un poquito a correr esos riesgos en defensa con mucho campo por detrás y jugando muy lejos de Esteban (Glellel)”. 

El DT agregó que “lo que vi realmente me gustó mucho en el segundo tiempo, lo empatamos, dimos vuelta el resultado con un gran juego. Fue una lástima el empate final, pero estoy contento por cómo salimos a jugar el segundo tiempo ante un rival difícil, que está bien dirigido, con un entrenador de mucha experiencia. Estoy muy satisfecho. El empate, si uno lo analizaba antes de jugarlo, seguramente no era bueno. Pero si lo analizamos después, por cómo se dio el partido, creo que fue un buen punto, sobre todo por la reacción que tuvo el equipo. Fue la primera vez que arrancamos perdiendo y realmente fue notable lo que hicieron los jugadores”. 

Franco finalizó diciendo que “la premisa en el segundo tiempo fue jugar mejor, cambiar la imagen, por eso los cambios con las salidas de Damián (Adín) y de Joaquín (Postigo). La de Joaquín fue porque tenía tarjeta amarilla, pero había hecho un muy buen primer tiempo. Y la de Damián fue por una cuestión táctica, podía salir Federico Tévez o Matías (Ferreira), pero decidimos jugar mano a mano con Lucas (Abascia), Federico, Matías y con Ayrton (Sánchez), con los cuatro jugadores más adelantados del rival. Jugar en el medio con dos jugadores de juego como Ramiro (Luna) y Santiago (Puzzo), y poner cuatro hombres de ataque. El mensaje fue revertir la imagen, y la mejor manera era hacerlo con el juego, sin tirar tantos pelotazos, y la verdad que me gustó mucho”.