Tras un arduo trabajo de entrecruzamiento de información digital, financiera, como así también diferentes tareas de campo que incluyeron filmaciones, seguimientos y vigilancias, todo bajo directivas de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 02 a cargo de Cecilia Incardona, por ante la Secretaría Única a cargo de Florencia Soglio, los efectivos policiales pudieron  determinar que la maniobra consistía en ofrecer la compra y venta de divisas extranjeras, tales como dólares, euros, pesos uruguayos y reales brasileros, mediante cita previa y coordinada.

La  inmobiliaria, en la que operaba  un centro de operación financiera tipo “cueva”,  contaba con una multiplicidad de ambientes y escondites para ocultar dinero y era manejada por  al menos dos empleados que pertenecían a un mismo núcleo familiar.



Para poder ingresar al recinto tras la cita previa, el cliente debía anunciarse mediante portero eléctrico y al ser reconocido a través de cámaras de seguridad, se le permitía el ingreso a un primer ambiente el cual poseía puertas de máxima seguridad de apertura interrumpida y circuito cerrado de monitoreo, para luego y una vez cerrada la puerta principal se le franqueaba el segundo acceso hacia la caja.
     
Con la totalidad del material probatorio recolectado el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 02 de Lomas de Zamora, interinamente a cargo de Ernesto Kreplak, Secretaría N° 13, a cargo de Augusto Peloso, ordenó el allanamiento del lugar  a fin de lograr la detención de los implicados como también el secuestro de todo material de interés para la causa.

Fue entonces que al comenzar con la medida ordenada, los uniformados se percataron que existían posibilidades de fuga hacia las casas linderas, por los que implantaron preventivamente un dispositivo de seguridad en las inmediaciones del local, lo que permitió efectivamente la detención de uno de los empleados que logró escapar por una ventana tipo escotilla y huir con una bolsa llena de dinero por los techos de las casas vecinas y al verse cercado por la policía arrojó la bolsa, que luego fue secuestrada por los funcionarios, en un garaje lindero. 



Como resultado final del procedimiento se logró la detención de los dos principales investigados, el secuestro de al menos media docena de equipos informáticos, teléfonos celulares, documentación de interés, máquinas de contar dinero y el dinero en efectivo que intentaran retirar del local como también el hallado en varios compartimientos ocultos de la inmobiliaria, arrojando una suma total de 20.096 dólares, 2800 euros, 2929 reales, 2.400 pesos uruguayos y  5.971.150 pesos argentinos.