Las comidas siempre representan parte importante de la cultura, e inclusive pueden llegar a ser identificativas de una región, un país o una ciudad. En el caso de Quilmes, tenemos un dulce que es conocido (y deseado) por muchos: El Capitán del Espacio, alfajor que cumple este 2 de febrero sus 61 años.

La historia inició un 2 de febrero, pero del año 1962. Dos amigos, Arturo y Ángel, decidieron comenzar a elaborar alfajores, por lo que instalaron su fábrica primero en Ezpeleta, y un año después en Bernal Oeste, en un terreno más amplio en la calle Luis María Campos.



Diez años fueron en los que el Capitán del Espacio se elaboró de manera artesanal casi en su totalidad. Recién en diciembre de 1972, la fábrica se mudó a su histórica ubicación, en la calle Gran Canaria, Quilmes Oeste.

Con el tiempo, la tecnología fue en aumento, y la forma artesanal de hacer los alfajores cambió; lo que nunca mutó, fue el inconfundible sabor del “Capitán”, que se mantuvo con excelencia a lo largo de los años, hasta el día de hoy.



En 1974, uno de los fundadores se retiró del negocio, quedando al frente Ángel Lineo De Pascalis, el histórico fundador de la empresa. Aunque lamentablemente falleció en agosto de 2012, su legado continúa, y el compromiso de hacer los alfajores más amados por los quilmeños.

De Pascalis fue un hombre que supo mantener el misterio de la marca “Capitán del Espacio”, haciendo que su estrategia de marketing sea poco habitual. Pocos o nulos son los anuncios que alguien pudiera ver sobre el alfajor.



También, quien fuera el fundador del alfajor quilmeño por excelencia, supo ser muy querido por los vecinos de la calle Gran Canaria, siendo un hombre sencillo, que en sus inicios vendía los alfajores puerta a puerta, y que cuando se convirtió en un grande de la industria en la ciudad, mantuvo su esencia.

Lo cierto es que el Capitán del Espacio cumple este jueves 2 de febrero, 61 años de vida. Años que transitó en su totalidad en Quilmes. Por lo que, gracias a su inconfundible sabor y su historia tan propia de la ciudad, el Capitán del Espacio es una parte importante de la identidad quilmeña.